El hoyo de golf más peligroso del mundo.

Situado en Camp Bonifas, cercano a la frontera y zona desmilitarizada de las dos Coreas, el hoyo de golf está considerado el más peligroso del mundo, al estar rodeado de minas antipersonales colocadas en tiempos de mayores conflictos. Para realizar una visita turística hay que firmar un formulario donde reconocer que nuestra visita "supondrá la entrada en un área hostil y la posibilidad de lesiones o muerte como resultado directo de la acción enemiga". El hoyo de golf de unas 192 yardas fue bautizado como el más peligroso del mundo por la revista norteamericana Sports Illustrated. De hecho, uno de sus periodistas hizo explotar una de las minas terrestres con un mal golpe.

Info via Independent

6 comentarios:

Eu dijo...

Que a todo esto, no sé como hoy en día no se ponen las pilas los gobiernos y destruyen todas las minas antipersona que quedan por ahí. No creo que sea demasiado difícil con los aparatos sofisticados de hoy en día...

El caso es que es muy curioso, pero hay que tener poco aprecio a la vida para ir jugar ahí...

Anónimo dijo...

Destruir las minas es facil..... pero cuesta dinero, mucho dinero, mas que nada por la extension de las "plantaciones" de ellas que hay. Y ese dinero está claro que se puede dedicar a cosas mejores, por crudo que suene. El tema de las minas lo medio solucionas con un par de cartelitos.

Anónimo dijo...

A ver, colocar una mina antipersona cuesta menos de 2 euros, pero desactivarla puede llegar a costar hasta más de 700 euros. Cuesta de 1,5 a 3 millones de euros limpiar 1 km2 de terreno densamente minado. Y se calcula que hay más de 110 millones de minas repartidas en más de 64 países del mundo. Las poblaciones civiles más afectadas son las de Camboya (10 millones de minas; uno de cada 236 ciudadanos está mutilado), Angola (9 millones de minas; uno de cada 470 habitantes está mutilado), Bosnia-Herzegovina, Chechenia, Alto Karabaj, Afganistán, Laos, Nicaragua, Chile, Colombia, Perú, Sudán, Mozambique, Somalia e Iraq.

No es un problema tan fácil de solucionar, porque a pesar de que actualmente se dediquen unos 600 millones de euros al año al desminado, la mayor parte de los países minados no son "remansos de paz" y las actuaciones de desminado son complicadas si no imposibles.

Por suerte son ya una mayoría los firmantes del tratado de Ottawa, comprometidos a no usar, desarrollar, fabricar, almacenar o comerciar con minas antipersonales. Sólo 15 países siguen fabricando (o no han renunciado a fabricar) minas antipersonales: China, Corea del Norte, Corea del Sur, Cuba, Egipto, Estados Unidos, India, Irán, Iraq, Myanmar, Nepal, Paquistán, Rusia, Singapur y Vietnam.

Estados Unidos se niega a firmar el Tratado de Ottawa por no permitir una "excepción coreana", ya que las minas terrestres son un elemento vital en la estrategia militar en Corea. Según el gobierno estadounidense, el millón de minas de la zona desmilitarizada entre Corea del Norte y Corea del Sur ayudan a mantener la delicada paz entre los dos países al impedir atacar a Corea del Norte. Y es junto al sur de esta frontera donde está el acuartelamiento militar con el campo de golf del que se habla en el artículo, rodeado por tres lados con campos de minas.

Anónimo dijo...

En estos tiempos que corren las minas no creo yo que impidan atacar demasiado que digamos. Molestan poco más que los mosquitos (a los ejercitos, claro, para los civiles son el autentico diablo hecho mina).

Farlopitecus dijo...

RLM, en esa lista de países fabricantes se te olvida mencionar al mayor productor, que no es otro país que España, por extraño que suene.
Un saludo

Anónimo dijo...

Farlopitecus sumus, no se le ha olvidado, porque España NO fabrica minas antipersona. Por algo es firmante del Tratado de Ottawa. Asi que siento decirte que lo que dices no es que suene extraño, es que es una invención tuya.

Otra cosa es que empresas españolas, al igual que muchos otros países, aún siguen fabricando bombas de racimo, parte de cuyas submuniciones (entre el 5 y el 30% de ellas) no llegan a explosionar al impactar contra el suelo y se convierten en un peligro si son manipuladas incorrectamente - es decir, en un peligro para la población civil y especialmente para los niños, al igual que ocurre con las minas antipersona. Esperemos que en el futuro se consiga también un tratado que prohiba la producción, almacenamiento, uso y venta de las bombas de racimo. Ya se han dado pasos encaminados a ello.