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La emperatriz Cixi (China) pasó a la historia un poco maltratada por los libros, y es que algunas de sus extravagancias dejan bastante lugar para el asombro: por ejemplo, construyó un corredor techado de 750 metros de largo para acceder a su Palacio de Verano. Y para matar el aburrimiento en el trayecto, decidió decorarlo con unas 1.400 pinturas con escenas de la historia China. El objetivo no era otro que evitar usar paraguas cuando llovía.
¿Otro ejemplo?: para las fiestas, construyó un gigantesco barco de mármol junto al lago del palacio financiado con parte del presupuesto de la Marina, un detalle que para muchos es un símbolo de la corrupción de su etapa en el poder.
1 comentario:
Las excentricidades y locuras de emperadores, reyes y gobernantes son las que han dado las grandes obras de la arquitectura, ¿que gobernante cuerdo ha echo una gran obra, con el alto coste económico -cuando no de vidas- que suelen tener?
Hace tiempo sigo Visión Beta, y ahora he descubierto este "Curioso y Ridículo", complemento ideal de la primera.
Gracias.
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